SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Ya sabeis que a mi me gusta mucho del más allá, o de las percepciones del más allá, que es otra manera de decir que el más allá no está tan lejos como nos cuentan, es solo cuestión de percepción.
A veces me dicen: no cuentes esas cosas en el blog que espantas a la gente.
Tampoco estoy en sintonía con esta idea. Vuelvo a repetir como ya he dicho otras veces que la gente hoy en día ya no se espanta por nada, al fin y al cabo, allá están algunos canales de Tv, emitiendo todo el día, con acceso libre incluso para chavales, programas sin escrúpulos, ni ética elemental, ni moral alguna.
¿Cómo van a espantarse por las escasas entradas en un blog de una bruja?

Sobre la existencia de Dios nos han contado millones de cosas. Nos han intentado convencer de que SI y de que NO, razones nos han dado, teorías, rollos varios. Pero está claro que si no somos capaces de percibir individualmente a Dios, la percepción colectiva, la hipnosis, no sirve para esa verdadera convicción. Otra cosa es que "necesitemos creer". Entiendo y acepto a la gente que necesita la seguridad por encima de todo y /o percibe tantas carencias en su vida, que se aferra a la palabra Dios como a un imán invencible, por eso lo pueblos que sufren, los que pasan hambre, los pueblos más atrasados, tienen más fé...pero ¿Tienen más fé por una razón obvia que es la desesperación, la necesidad de creer que algo está más allá de la crueldad que les toca vivir, para no enfrentarse al vacio de la desesperación, o bien tienen más fé porque la falta de adornos en su vida les permite ver las cosas , percibir, con una óptica distinta a la óptica de los que vivimos envueltos por este manto de semi prosperidad que nos lo soluciona casi todo, menos la muerte?.

Esta cuestión que parece una tontería debería ser crucial. Se nos ha dicho que el reino de Dios es un reino para pobres y niños, y no hemos sabido quizás profundizar en ese aspecto, que es el aspecto esencial de la religión. De hecho las religiones cristianas han apoyado siempre a los ricos. Eso es curioso. Puesto que está claro que los ricos nunca irán al cielo, simplemente porque el cielo es un espejismo que el hombre por un acto de fé, convierte en realidad. Pero ojo!!!, no es una realidad colectiva. La grandeza de Dios, que es mucho más grande de lo que podremos nunca imaginar con nuestra miserable imaginación humana, pasa por haber conseguido que la individualidad sea lo importante. De hecho la colectividad, la globalización, surge con la pérdida de la religión. Si no hay Dios, debemos agruparnos, para ser más fuertes. Si Dios existe, la agrupación no solo no es necesaria, si no que nos aparta del sentido personal de la existencia.

Dios es un acto de fé. No una demostración empírica. En el momento en que globalizamos el mundo y elevamos a empírico el concepto divino, nos separamos de Dios. En el momento en que razonamos con razones humanas lo que nunca podrá ser comprendido por el hombre, porque no se comprende con nuestros limitados sentidos y pensamientos, matamos a Dios. por eso Dios es el Dios de los pobres, de los míseros y de los niños. Porque son los únicos que son capaces de sentir e imaginar, amar incluso, traspasando la cordura. Puesto que todavía no tienen capas y capas de sentido común.

El sentido común y Dios son enemigos. Son enemigos porque Dios no es una institución financiera, ni una empresa, ni una jerarquía eclesiástica. Dios no es colectivo, existe para unos y para otros no. Dios solo existe por la fé. Todas las cosas sobre Dios nos remiten a ello.Y la fé nunca es colectiva. No es un espejismo, ni una ridícula ceremonia donde se dice que creer es sencillo. La fé no es sencilla, requiere entre otros aprendizaje. Se aprende a tener fé. A Dios no se llega por casualidad, se llega con tenacidad. Y se llega de manera individual.

Dios es el Dios que creamos con nuestra fé. Ese es el poder que Dios nos dió, el poder más grande. El que no alcanza esa fé, morirá sin fé, y caerá en el vacio...ese infierno que nadie nunca supo explicar. El verdadero infierno es el vacio existencial en vida, y el no ser en eternidad.


Los ricos cubren su vacio existencial con millones de adornos y eso los aparta del crecimiento en la fé, de la constancia en la fé y de la capacidad de creer, que es la creará a manera individual ese Dios con el que aspiramos a compartir la individualidad.

Ricos somos todos. No hablo de los privilegiados. Hoy en día hemos relegado a Dios a una cosa inexistente, puesto que lo relacionamos con aspectos de algunas religiones que no nos son muy gratos. Hay que desligar a Dios, al Dios verdadero de la religión. Puesto que la religión es colectiva, y Dios nunca pretendió ser colectivo.