
La ambición comporta problemas, eso está claro. Cuanto más ambiciosos somos, más problemas, más stress y más probabilidades de padecer enfermedades, de todo tipo. Pues somos seres psio-somáticos, con tendencia a traducir stress por enfermedad.
Por otro lado la ambición comporta progreso y tb salud, pues ese mismo progreso ha mejorado la calidad de vida.
Por eso, ante esta dualidad de loque somos, de lo que seremos, lo mejor es aprender a convivir con los problemas, SIENDO FELICES. ¿Lo encontrais difícil?
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