LLUEVE TRASVASANDO

LLueve en Porrera diluviando, que es gerundio. Y llueve desde hace 24 horas, lo cual demuestra la teoría de mi querido Josep María, vinicultor, que en paz descanse, cuando afirmaba, de manera rotunda y simple, como solo puede afirmar un trabajador del campo que no entiende de discursos políticos ni diplomacias:- ¡Sempre ha plogut!, SIEMPRE HA LLOVIDO.

En fin, posiblemente siempre ha llovido, aunque demaneras muy distintas, el "siempre" es un adverbio de tiempo peligroso, "siempre", es mucho tiempo, no sabemos si se refiere al infinito de la nada o al infinito de las cosas, pero en todo caso, "siempre", es demasiado tiempo, para afirmar categóricamente que siempre ha llovido...

Filosofías a un lado, lo que si es cierto es que los señores políticos saben lo mismo que mi vinicultor, que siempre ha llovido, por eso lo del trasvase se lo han tomado a choteo...Dios proveerá!!!, y al fin y al cabo, es mucho más barato y diplomático un trasvase del cielo que uno del Ebro, bien, pues aquí tenemos la preciada lluvia, y el agua que viene.

Yo sabía hace tiempo, y no me preocupaba, que lo del trasvase iba a quedar en "agua de borrajas", porque a mi lo que me da rabia, es esa falta de previsión, ese tomarnos el pelo...en Catalunya cada día hay más incultura, y sobretodo un nivel intelectual que roza en un tanto por ciento importante, el nivel intelectual de los dinosaurios, allá extinguidos. Y eso es lo que se pretende desde arriba, es más fácil controlar a la población si se mantiene el nivel de culturización al cero patatero, o al menos diez. Pues si ustedes no se creen lo del nivel intelectual paseen un ratito por las calles de algunas ciudades...paseen.
No hace falta que vengan los estadistas a sacar porcentajes del nivel de nuestros estudiantes en las aulas catalanas, y nos dejen por los suelos. El nivel de nuestros estudiantes seguramente, y sintiendo afirmar tal cosa, en un 50 por ciento, no es otra imagen, que el espejo del imagen de una sociedad y una cultura algo decadente, y sin duda, en vías de extinción.

Llueve trasvasando, y eso va a salvar el pelo de los políticos, y andar andaremos, como siempre.

Ayer Paco, mi hermano e Ingrid tuvieron que pasarse el día plantando en Palacios cepas lloviendo. Mucha lluvia, muchísima. Se acercaron a una tienda de ropa deportiva, se compraron chubasqueros y botas de agua y a plantar, dice PACO que la jornada fué durísima, de esas que se recuerdan toda la vida, sobretodo porque había mucho barro, y caminar por el campo era una locura, y más trabajar plantando.
Hoy les haré una buena comida, para cuando lleguen al mediodía, un buen arroz y unos buenos vinos. Se lo merecen. Son mi gente, mi empresa y mi vida.
Son lo que más quiero.
Y hace cuatro días que no veo a mi marido y a mi hija, yo creo que a Paco nunca había estado tanto tiempo sin verlo desde hace 22 años, tengo mucha suerte, hasta en ésto, mi marido y yo siempre hemos andado pegados uno al otro.