HOY VA DE FANTASMAS , AVISO PARA NAVEGANTES QUE TEMEN LAS HISTORIAS DE FANTASMAS Y BRUJAS

La verdad es que cuando vi por primera vez la película de "LOS OTROS" tuve una especie de sensación de vivido, de conocido, de haber visto una idea que a mi me sonaba a interpretada.

Cuando una de mis hijas tenía su dormitorio al lado de mi despacho, muchas veces se asustaba porque decía que en mi despacho oía como se movían las sillas, y oía voces, pero no voces corrientes, no, qué va!!!, escuchaba mi voz. Y sin embargo, iba al despacho y no había nadie.

El otro día tuve la certeza, somos fantasmas en el tiempo...

De hecho somos bien poca poca, un devenir constante, no somos realidades, puesto que para ser realidades deberíamos ocupar espacio y tiempo, pero si el tiempo es un devenir constante, y ni siquiera podemos estar seguros de nuestro presente, porque es un presente en constante movimiento en tiempo y espacio, como podemos afimar ni si quiera que existimos.

No existe la realidad, no hay nada más necio que creernos reales, somos tan atemporales como un sueño o un aliento.

Aquello tan amanido de que el pasado no existe, el presente no existe y el futuro no existe, es cierto, pero entonces ¿Dónde estamos?.

Somos fantasmas.

Y solo los que conseguimos tener cierta - una menuda pizca - de fuerza emocional para movernos en esas irrealidades, esos saltos perceptivos que hace muchos muchos meses os hablaba acá en el blog, de los que solo con una poderosa mente puedes viajar...

Somos fantasmas viviendo entre fantasmas...

Y esos fantasmas son nuestros propios momentos también, los millones de instantes de nuestros deseos, emociones, vidas, energías, cargándose en un devenir constante.

Por eso lo que me ocurrió la otra noche no me pareció tan extraño, y si que me reveló cosas ya sabidas.

Era de noche y como siempre andaba leyendo cuando los demás ya dormían, en el pasillo se oían fuertes pisadas, arriba y abajo, como de aguien preocupado, o insomne, paseándose con cierta furia por las escaleras y por el pasillo. Tenía la puerta abierta de la habitación y no había nadie ni en el pasillo ni en las escaleras, es decir, supe al instante, que aquella era otra de mis realidades fantasmas que a veces tengo la virtud y el don de dar cobijo. No me alarmé para nada, continué leyendo, eso si, con una oreja puesta e el incesante ir y venir de esos pasos a las dos de la noche.
La verdad es que lo único que pensé es que era un poco "pesado", quién fuera estaba haciendo demasiado ruido. Se que algunos no entendereis mi postura, y qué ante un fenómeno así habríais salido coriendo de la casa. Bueno, unas docenas de años teniendo situaciones así en tu vida, te hacen ver las cosas de manera relativa.

DE repente mi hijo pequeño se levantó y me llamó, fuí a su habitación y me preguntó

-¿Por qué andas por los pasillos tan tarde haciendo tanto ruido?, no me dejas dormir.

Estuve en un tris de contestarle que yo no era. Pero claro, tampoco se trataba de asustar a nadie. Me emocionó saber que çel también podía escuchar lo mismo que yo, muchas veces los seres más cercanos se que han visto y oido cosas que yo veo y escucho.

-¿Y cómo sabes que soy yo?, igual es un sueño.

Pero mi hijo me dijo que era yo, que me movía como yo, que subía las escaleras como yo, que era mi manera de caminar.

Me dejó como un papel en blanco, y realmente, las pisadas habían parado. Mis propios deseos podían modificar el devenir presente, pero eso tampoco no era una novedad.


Volví a la cama, y continué leyendo. Al cabo de un rato las mismas pisadas, y entonces pensé: si soy yo, es verdad, es mi manera de pasear y es la manera que tengo de caminar alguna noche insomne, cuando alguna emoción me rompé el sueño.

Es mi propio fantasma, un momento en el tiempo que atraigo hoy o que se viene al hoy presente , que no existe, porque el presente no existe,a través de algún salto perceptivo. Y cuando me di cuenta, acabé al instante con las pisadas, me despedí de mi fantasma en el tiempo, quizás un tiempo pasado, o quizás futuro, quién sabe...y quién sabe si no es lo mismo pasado, presente o futuro.

Creo que podemos nuestros estados emocionales más profundos pueden viajar por el tiempo- espacio, tal como entendemos éste, que creo que es algo muy distinto, constantemente, y algunos podemos percibirlo, más que otros. Eso sin duda nos causa ansiedad, pero también nos da ventajas, puesto que la clarividencia no es si no eso.
Para lo bueno y lo malo, el presente no existe, la realidad son millones de millones de millones de realidades que intentan ordenarse en el tiempo y no lo consiguen, el tiempo es un invento nuestro, y de nuestra limitadísima percepción sensorial basado en eso: dos ojos humanos, unas terminaciones táctiles y sensoriales, un oido...el mundo, la realidad, a través de las limitaciones de un animal de dos patas ínfimo y ridículo. El científico más importante, no es si no un ser limitadísimo por las conexiones neuronales de su limitadísimo cerebro.

Millones de sentidos ajenos al hombre, millones de estímulos y sensaciones, hay millones de " cosas" de realidades, ajenas a nuestra limitadísima capacidad de movernos en nuestra vida.
¿Fantasmas?
Miles de millones de fantasmas.