Garnachas y cariñenas- Y van 2-segunda parte

Ampelográficamente hablando, carinyenas y garnachas son distintas, en las variedades más viejas, las garnachas tienen un porte rastrero, las cariñenas más elevado, los troncos de las garnachas son gruesos y muy proclives a desarrolla largos pámpanos con muchos nietos, hay que ser muy severos al desnietar y al quitar flor.
Las hojas de las viejas cariñenas son mayores que las hojas de las viejas garnachas, las viejas garnachas presentan hojas más dentadas, aserradas incluso, las carinyenas tienen un color verde más oscuro.

-Las cariñenas de la franja elevada del viñedo, son enormes, desarrollan unos racimos compactos y alargados, muchas están alimentadas por los micro caudales y riachuelos de agua que bajan por la panza de la Tena, que es abombada y se repliega sobre si misma. Las carinyenas de la zona central son frescas, rítmicas, nerviosas, de pepita anónima, grande, sin sentimiento. Son lass carinyenas más borgoñonas de la finca, aquella cariñena que es capaz de dar vinos limpios, ácidos, azules, frescos, estructurados y que necesitan mucha botella para dar de si.

-Las carinyenas de la franja alta son muy parecidas a la de la franja central, pero además presentan una carga aromática profunda, redonda y una capacidad de desarrollar tanicidad espectacular.

Diríamos que la diferencia entre los racimos de cariñena y de Garnacha es evidente, la carinyena presenta racimos oscuros, de negror intenso, o azul oscuro, alargados y aunque bien compactos, los granos son más pequeños que en las garnachas, el porte es menos erguido. La garnacha presenta granos grandes, compactados en el racimo, que es erecto, la sensación de tonos violetas es mayor que en los racimos de carinyena.

Los mostos son muy distintos, los mostos de garnacha presentan un dulzor muy pronunciado, incluso para la misma carga de grado probable de alcohol en refractómetro y a veces, la acidez queda sumergida entre unos tonos dulces y florales intensos, de tal manera que mostos con 8 de acidez total en tartárico, parecen concentrados y amielados.
El color siempre es más diáfano, menos denso y menos oscuro que el que presentan los mostos de cariñena, si observamos dos vasos traslucidos, uno con mosto de garnacha y otro de carinyena, es tan secillo identificarlos, como observar un mosto de un rojo oscuro con tonos azulados, y un mosto de un rosado sangriento intenso, de color incluso ambarino.
Los mostos de garnacha huelen amieladamente, floral, y de manera clásica diríamos que presentan ya fruta roja limpia en su primera fase.
Los mostos de carinyena huelen a hollejo, a piel, a fruta más ácida, entre manzana madura y ciruela.

En boca los mostos de carinyena nos dejan una sensación ácida en la punta de la lengua, incluso con graduaciones probables por encima de los 14 grados, una mayor amplitud en los lados de la boca y un retronasal más potente.
Los mostos de las garnacha invaden el paladar, dan sensación de calidez y son algo menos rítmicos.

Cuando decidimos como embarricar una u otra variedad, hemos de tener en cuenta que juntas se complementan realmente bien. Se interseccionan bien incluso a la hora de fermentar o macerar, porque las garnachas en nuestra zona tienden a tener colores menos espectaculares que las cariñenas, y sin embargo, más carga frutal y de alcohol, mientras que las carinyenas les das nervio, estructura, acidez y produndidad, inluso mejoran el color dándole viveza, el complemento de los dos es espectacular.

Ventajas de la vinificación a duo o por separado.
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El tema es complejo y muchos vinateros no nos ponemos deacuerdo, la verdad existen razones y motivos para uno y para lo otro, aunque bien mirado, quien debe marcar la pauta o la línea es la añada y sobretodo, el momento de la vendimia, y las características organolépticas que presentan los granos de unas y de otras...
hablaremos de ello.