CONTINUACION DEL ANTERIOR

C- Respecto a la maduración:Continuación
Las cariñenas maduran después que las garnachas, sobretodo a nivel alcohólico, puesto que a nivel fenólico, suelen ir muy seguidas, por ello es más fácil en nuestra finca recoger carinyena en un punto óptimo de maduración tanto alcohólica como fenólica. La garnacha suele dispararse un poco en el refractómetro, por eso - vuelvo a repetir- suele macerarse ya de entrada con algo de carinyena, que suele estar a un buen fenólico y a un alcohólico un grado y medio por debajo de la garnacha.
Esto quiere decir, ni más ni menos, que la sensación en mosto de madurez en garnacha, se consigue a grados alcohólicos por encima de los 14 y medio. Y sobretodo, la espectativa de color, por debajo de ese grado, el color no me gusta. Ayuda mucho pues esa mezcla de cariñena bien coloreada, sobretodo de la zona media, sobre los 14 grados, que refresca la garnacha y las antocianas de la piel se fijan luego en el mosto, dejando un buen color.--
Algún año tb dejo una tira del mejor merlot, son aproximadamente unos ciento cincuenta quilos, que recojo junto a medida que voy recogiendo la garnacha, es decir, cada 500 kgm de garnacha se maceran con unos cincuenta de merlot, el merlot tiene un color subido, una madurez muy fresca, y una capacidad de arrancar ferementación perfecta, nunca nos da problemas.

Realmente, lo que configura cada una de las probabilidades, es el estado de maduración de cada variedad en el momento en que se decide la vendimia.

Podemos hablar de que usamos la estrategia de las micro vinificaciones, ésto nos lo permite el hecho de que trabajamos tranquilamente, solo trabajamos con gente de la familia, que colabora mayoritariamente de manera desinteresada, y que no se stressa facilmente si el ritmo de recogida es lento, muy lento, o vamos dando vueltas por la finca, buscando siempre la precisión en cada selección diaria.

Podemos decir que hay días que la vendimia dura tres o cuatro horas, y el almuerzo hora y media, luego se vienen todos a comer a casa y estamos más rato en la sobremesa, que vendimiando.
Pero hay que recordar de nuevo, que nuestro concepto cultural de bodega, es muy distinto al de una macro bodega.