Carinyenas y garnachas, juntas y revueltas.

En la Tena existen muchas variedades de cepas plantadas, algunas aún sin identificar.
Ello es debido a que durante muchos años, se han llevado a cabo muchas replantaciones distintas de los fallos, nunca una replantación global del viñedo. Además, esas pequeñas replantaciones han ido de la mano de arios viticultores a lo largo de las décadas, lo que ha dado margen a un sinfín de clones y pruebas.
También es verdad que podemos determinar que la mayoría de las plantas que encontramos diseminadas en las laderas son cariñenas en una proporción aproximada de 7 a una, y que las garnachas más viejas son las que se replantaron entre los fallos de cariñena a lo largo de las décadas, probablemente a finales del siglo XIX, y primeras décadas del siglo XX.

Así, a groso modo, podemos diferenciar varios grupos grandes de plantas, que además, están muy determinados por la edad que se les supone. En la finca, la última plantación documentada, además de las que hemos realizado nosotros durante la última década, data en agricultura de hace 70 años.

Así podemos adivinar que los clones, y quizás aún más, la ubicación en distintas laderas de las plantas y la adecuación de las plantas a las condiciones del terreno en esas laderas, ha dado lugar a diferencias significativas, incluso para las mismas variedades.
Por tanto, nos queda determinar y necesitaríamos un estudio ampelográfico extenso, si las diversidades se deben mayoritariamente a los clones, a la edad, a la composición de los suelos, a la aclimatación de las plantas a las distintas micro orientaciones y micro sistemas que hay en la Tena, teniendo en cuenta que hablamos muchas de las veces, de plantas centenarias, o de edades comprendidas entre los 70 y los cien años.

Observamos eso si, lo siguiente a nivel ampelográfico.

-Las plantas más viejas, las que se hayan en suelos más pobres y laderas más rojas, con sustrato arcilloso y piedra seguramente de origen volcánico, el otro día una bióloga me comentaba el origen volcánico de algunas piedras de la Tena, que son rojas y rosas y en alguna ladera predominan dando un color específico, esas plantas son más pequeñas, más erguidas, podadas a brazos derechos (Quizás es ebido a un factor humano?), las hojas presentan una carga antociana superior, en cuanto que enrojecen con facilidad a finales de verano. Diríamos que la floración es menor, el corrimiento casi nulo, el desnietado no es casi necesario por falta de anietamiento en los sarmientos. En fin, son plantas pequeñas, muy graciosas para fotografiar, que florecen poco, cuajan mucho y perfilan pocos sarmientos, poca hoja, de tamaño medio, con tonalidad oscura, que se vuelve roja de manera pronta, aguanta muy bien la sequedad del verano. Los racimos son escasos, pequeños, sueltos. Las uvas son pequeñas, con gran carga fenólica y antociana, sobretodo con una pulpa fibrosa, sensación de mascar chicle. Menor acidez que en otras carinyenas de la finca. La pepita da sensación de caramelo. Es crujiente y aceitosa, pequeña. Da vinos afrutados, densos, compactos, no muy ácidos, elegantes y vellosos.