A CATAR SE APRENDE BEBIENDO Y A AMAR EL VINO SE APRENDE PISANDO EL SUELO.

CATAR un vino es un acto de perversión hacia ese líquido oscuro y con fuerza.

El vino nunca fué pensado para ser catado, nadie nunca plantó una cepa para que alguien catara sus vinos. Yo como bodeguera, nunca doy un paso en el proceso pensando en una nota de cata.

Cuando voy a la finca y me paseo por el viñedo observando la carga en poda dejada, intento pensar como mi marido, en clave de problemas, mi marido poda pensando en evitar problemas. La poda es el inicio de la añada. Una mala poda es una mala añada, tal vez el tiempo y las características futuras escondan una mala poda, pero una buena poda es una ayuda a mejorar una buena añada, y una ayuda a arreglar una mala añada.

Imaginaros que mi podara pensando en Parker...pues no, mi marido no poda pensando en Parker porque no sabe quien es Parker.

Nosotros hacemos las cosas pensando en la uva, es decir, el planteamiento del trabajo en el vinyedo es siempre pensando en la uva, el resultado se traduce en clave de fruta. Pero es un planteamiento muy nuestro:
-Evitar al máximo problemas de podredumbre: hay que conocer muy bien las zonas, en especial las zonas bajas, que trabajan con más vigor. Por eso en estas zonas las cepas se están levantando a nivel de poda. Esto se consigue poco a poco, en las sucesivas añadas, dejando más madera al vuelo.
Es muy importante quitar carga de uva, por eso se hace una exhaustiva poda en verde.
-Evitar al máximo problemas de corrimiento en la garnacha. La garnacha se corre si hay mucha uva y poca hoja, por eso es necesario equilibrar mucho estas dos variables. El viento y la lluvia le son poco favorables en época de cuajado. Hay que dejar unas cuantas yemas más, pero, pero, y con mucho cariño, quitar bastante flor.
-En las grandes cuestas hay que trabajar con buena separación entre plantas.
etc
Cuando la uva abandona la finca y se traspasa a la bodega el planteamiento es el vino, un vino hecho para gustarnos a nosotros y para ser personales.
La uva en la finca es de Paco, el vino en la bodega es mio.
El vino que yo quiero, es un vino que se parezca a lo que representa esa finca y ese vinyedo.
-Priorat de Piedra.
-Antropología.
-Misterio.
-Diferencia y personalidad.
-Osadia y orgullo de tipicidad.

Podríamos hacer y no es difícil un vino más comercial o más globalizado, pero hay que ser capaces de hablar en el vino de nuestra tierra, y eso solo se consigue con vinificaciones valientes, la vinificación valiente es atrevida, osada, se lo juega el todo por el todo, pero eso tb es parte del secreto de lo antropológico.