LO QUE VOY A EXPLICAR SOBRE LA MUERTE SE QUE VA A ESPANTAR A MUCHOS

Hace años que tengo una certeza.

El bien y el mal no existen, simplemente son "momentos" en una misma linea infinita.

El infierno y el cielo no existen, de hecho se utilizaban estos términos para que el hombre pudiera entender una cosa: tras la muerte hay dos estados.


Esos dos estados son el TODO y la NADA. (No hay más).

DIOS lo es TODO y no es NADA.

Llegar al cielo ficticio, debría ser como llegar al TODO.Solo puede hacerse como un acto de fé. Quiero decir que lo que encontramos tras la muerte depende de si creemos que vamos a encontrar algo o no.

Nosotros podemos mover montañas con la fé, pero la fé es algo que poco a poco ha ido abandonando nuestra sociedad actual.

Con la fé podemos crear nuetro propio más allá y el de los seres que amamos.

Los que no tengan fé, no encontraran NADA. Simplemente desaparen tras la muerte.

Por eso nos dijeron aquello de que " es más difícil que un rico entre en el cielo..."
es una linda metáfora.

Quiere decir ni más ni menos: la mayoría de la gente con el bienestar actual, va perdiendo la fé por el camino, la fé se cultiva con el relax, con el silencio, con el tiempo, un rico normalmente pierde la fé porque para ser rico hace cosas que lo alejan de la fé, si no hay fé, NO HAY NADA.La modernidad no cree en la fé.

La fé mueve montañas. El poder de la mente es INFINITO. Los que sabemos usar un escaso 5% y hemos vislumbrado algunos de los pequeños milagros de una pequeña fé, sabemos que si fuéramos capaces de ir más allá, podríamos ser eternos.

Así pues la muerte solo existe para los que no cultivan o cultivaron su fé, si no hay fé en el más allá y en el amor divino, en el último instante no tenemos la energía necesaria, no tenemos la capacidad de dar el gran salto. También pueden ayudarte a dar el gran salto los que te rodean, los NIÑOS ESTAN MAS CERCA DE DIOS, porque su fé es mayor en las cosas paranormales.

En fin, no es una teoría, de todo lo dicho tengo mis pequeñas certezas.

Si quieres que haya Dios, cree en él, pero con la fuerza suficiente para sentirlo en tu interior. Tú eliges, Dios o NO DIOS. Es lo que ya nos decían los grandes predicadores, ni más ni menos. Pero si quieres ser eterno, has de valorar más la conciencia de la fé que el valor de lo terrenal. Por lógica están reñidos. Si no puedes dedicar una hora, dos o tres al día, a transmitir la fé, a pensar en Dios, en el más allá, en la belleza del mundo, no puedes ser capaz de tener fé. Y si no tienes fé, cuando te mueres todo se acaba.

A veces me cuestiono si es bueno que en el mundo occidental los niños vayan perdiendo la capacidad de creer en lo sobrenatural, no se si eso nos responsabiliza ante Dios. Lo que está claro es que en el momento de morir hay que dar un salto, y ese salto depende de todo lo que hayamos cultivado esa fé.

Dios nos quiere libres, la máxima libertad es esa: SU NO IMPOSICION. Nosotros escogemos si queremos que tras nuestra vida haya Dios o no. Es una elección libre. Si Dios estuviera allá para todos igual, sería un Dios imperfecto, puesto que nos vendría impuesto. Dios no se impone, es perfecto, a Dios los creamos nosotros, lo reinventamos cada vez que usamos la fé. Y lo recreamos incluso de manera colectiva, una sociedad con fé es una sociedad en la que Dios ESTA, una sociedad sin fé, es una sociedad caduca. En todo caso, no hay bien ni mal, ni castigo ni premio, solo hay LO QUE NOSOTROS QUEREMOS QUE HAYA. En eso se basa también Dios cuando dice que nos creó a su imagen y semejanza. Evidentemente, somos más poderosos de lo que creemos. Seamos prácticos, si somos hechos a semejanza divina, no podemos ser simplemente un esqueleto andante con una voz y unos escasos sentidos. Ocurre que el miedo nos ata a la tierra, el miedo nos quita la fé, y la no fé nos quita a Dios.

El infierno no existe. ¿Hay mayor infierno que ser un elemento aislado en el universo, al amparo de un espacio y de un tiempo, finito,y no repetible?. Bien, Dios nos da la fé para que solo algunos consigan dar ese salto. Pero la fé está muriendo, y con la muerte de la fé, muere Dios.