Calçoteando en el día de hoy con mi familia en La Tena.
La vida me ha enseñado que lo mejor que hay en la vida es pasar un rato con gente agradable, mirando el sol. Si, si, ese sol que viene, como la primavera, y que ya queríamos.
Hoy cantan los pajaritos, y ya luce espléndido, solo son la ocho de la mañana, pero el día amenaza con regalarnos rayos de oro y miradas de plata triste, que es la plata de las piedras de pizarra iluminadas por el sol.
La plata de las pequeñas partículas y las grandes losas, la mirada intangible de los guijarros desprendidos por la lenta decadencia del tiempo, los vientos y el goteo de la tierra en forma líquida.
Y ese todavía marrón de las cepas, que quiere romperse en millones de algodones desde sus heridas abiertas por el hombre. Porque el algodón de las nubes hoy se ha borrado del horizonte y ha descendedido como Dios a la tierra, posándose candoroso en lo viñedos, espectante como la vida misma, queriendo vivir, queriendo romper, queriendo salir de su capullo para darnos otra nueva añada.
La vida me ha enseñado que lo mejor que hay en la vida es pasar un rato con gente agradable, mirando el sol. Si, si, ese sol que viene, como la primavera, y que ya queríamos.
Hoy cantan los pajaritos, y ya luce espléndido, solo son la ocho de la mañana, pero el día amenaza con regalarnos rayos de oro y miradas de plata triste, que es la plata de las piedras de pizarra iluminadas por el sol.
La plata de las pequeñas partículas y las grandes losas, la mirada intangible de los guijarros desprendidos por la lenta decadencia del tiempo, los vientos y el goteo de la tierra en forma líquida.
Y ese todavía marrón de las cepas, que quiere romperse en millones de algodones desde sus heridas abiertas por el hombre. Porque el algodón de las nubes hoy se ha borrado del horizonte y ha descendedido como Dios a la tierra, posándose candoroso en lo viñedos, espectante como la vida misma, queriendo vivir, queriendo romper, queriendo salir de su capullo para darnos otra nueva añada.
1 comentario:
Es lo mejor que he leído últimamente... Nosotros, que no vamos tanto a la Tena, no percibimos tantas cosas, pero es un placer recordalas hoy al leer tu texto y ver tus fotos...
Gracias de nuevo
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