MI PROPIO FENG SHUI, O COMO APLICAR EL FENG SHUI A LA VIDA Y LOS ESPACIOS.

La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.

Por eso, porque somos energía en constante devenir, y nuestras vidas y nuestro entorno es energía en constante devenir, entender el flujo de esa energía es vital, aunque complejo, no existen fórmulas mágicas para que nos toque la lotería de la vida, ni para garantizar que todo nos va a salir absolutamente bien. De hecho, a nadie le salen las cosas siempre bien, hay ciclos. Se trata de fomentar que los ciclos se muevan a nuestro ritmo, y no nosotros al ritmo de los ciclos, parece lo mismo, pero no lo es. Malos o buenos, si los ciclos se mueven tras nosotros, es que no nos dominan.

No voy a entrar en muchos parámetros filosóficos, pero cuando todo empiece a ir mal hay que hacer varias cosas:

1- LLorar mucho...
llorar es una manera de sacar la energía negativa al exterior, nos sirve para elevar la auto-estima, nos auto- lavamos el sentimiento de culpabilidad, que en el fondo está dentro de nosotros lesionándonos continuamente. LLorar nos hace aún más humanos - que no vulnerables. Da fuerza interna. Los hombres temen las lágrimas de las mujeres porque saben que una mujer en lágrima viva tiene una energia especial.
LLORAR ES LIMPIAR LA ENERGIA.- hay que llorar con ganas, con mucha fuerza, hasta que no consigamos arrancar una lágrima más de nuestro interior, llorar por nuestras malas obras, por nuestros errores, por los errores de la humanidad, incluso llorar por nuestra vulnerabilidad, o por la muerte de un ser querido.

2-Ordenar.
El orden mental a veces no es sino una plasmación del orden entre el que nos movemos. Nos da seguridad. El orden es conocimiento, y el conocimiento es fuente de energía. Si ordeno mi casa, si ordeno mi espacio, lo domino de nuevo, porque recupero cosas perdidas, se donde las tengo, les busco un lugar, tiro cosas innecesarias, lavo los espacios...en fin, CONTROL, LIMPIEZA, CONOCIMIENTO.
Es importante empezar por los espacios donde nos movemos más habitualmente, por ejemplo, yo me ordeno el coche, me ordeno el despacho, ordeno los armarios. Tiro muchas cosas, es curioso, pero es cierto, comprobadlo vosotros mismos. Tras una gran limpieza en un hogar, hablo de limpieza real, con ese vaciado de armarios, y arreglando pequeños detalles deteriorados, suelen empezar a ocurrir cosas agradables. Sobretodo cuando venimos de un momento de crisis importante, y por comparación nos ocurre algo realmente bueno, sorprendente e inmediato.

Ordenar los espacios es complicado.

El feng shui da algunas pautas muy concretas, pero todo es de sentido común.

a- las esquinas han de estar preferiblemente libres de muebles. Una planta en una esquina siempre crece mejor.
b- las espaldas protegidas y los espacios delanteros despejados, el sentimiento arraigado del instinto de protección. Necesitamos sentirnos seguros, sobretodo en el dormitorio y en la mesa, que eran los momentos en que el hombre primitivo se encontraba más a manos del enemigo.
Por eso, para comer bien y descansar mejor, es bueno que tras la mesa haya un mueble solido o tras la cama, y delante de la mesa y de la cama, todo esté absolutamente ordenado y despejado, que haya luz da vida, pero yo personalmente prefiero la luz de lado en estos espacios.
Esa seguridad ancestral que desarrollamos concibiendo el espacio como algo que nuestro id analiza, hace que una seguridad interna renueve esa energía a veces deteriorada.

Pero bueno, a mi lo que me gustaría es explicar realmente como desarrollar ese concepto de renovación en una bodega. Hoy estoy bastante cansada, y creo que con un poco de suerte, mañana mismo me pongo.