A VECES LA VIDA SE PONE DIFÍCIL, MUY DIFÍCIL, Y APARECE UN AROMA DEL MÁS ALLÁ
Es la segunda vez que me pasa en 15 años, por eso sospecho que no es que esté "tocada del ala", o bueno, sí, también es eso...pero además de eso, es que los fantasmas suelen manifestarse con cierta alegría cuando ando por ahí. Aunque he de reconocer que durante los últimos 6-10 años la cosa ha ido decayendo, y ha ido decayendo porque he gastado demasiadas energías en atrapar mis propios fantasmas, que nos son pocos.
Demasiadas energías gastadas en atrapar fantasmas que son inatrapables, y descontrolados. Pero a lo hecho pecho. Pérdidas a parte, dos grandes pérdidas físicas en cuatro años y varias pérdidas psicológicas y emocionales, como si el aire que respiro se hubiera vuelto rancio por falta de oxigeno nuevo. A veces me siento como un personaje de ficción atrapado en una novela que no me corresponde, actuando en un papel que es demasiado estrecho para mi, demasiado pasado de moda, como si el tiempo que me ha tocado vivir no fuera el tiempo real en que me pusieron el chip, y todo se haya convertido en una parodia de algo que he vivido en un futuro muy lejano, pero no se que ando buscando, y me han trasladado al sueño de un ser superior para que busque y encuentre algo que no se que es.
Ser bruja tiene esas cosas. No controlamos lo que queremos controlar, porque alguien o algo nos ha puesto trampas para que nos deslicemos equivocadas y maltrechas, por aguas que no son las que importan. Soy una buena-mala bruja, con poderes muy grandes, que no se controlar.
Pero soy una gran bruja, cuando me centro. Lo que ocurre es que no me se centrar. O los diablos que me rodean se encargan de poner difícil las cosas.
A lo que iba, anteayer volví a oler ese olor profundo y divino de millones de rosas antiguas, justo a un metro de donde lo olí la última vez.
Los espíritus y los fantasmas, según la creencia antigua y según mi propia experiencia, utilizan medios distintos a la comunicación verbal o en imágenes, pero no siempre.
He visto manifestarse a los fantasmas en sonidos, en imágenes, en voces profundas, en sonidos, en hechos extraños y confusos, y en olores. Si, los olores a rosas profundas, antiguas, talquistina, incienso, todo mezclado, que no proceden de un punto determinado ni se generan en algo terrenal, aparecen en pasillos, ángulos y rincones, se concentra la esencia del paso del más allá. Suelen ser aromas amigables y si se dan en sitios familiares, queridos o conocidos, suelen pertenecer al espíritu de alguien cercano, que nos acompaña y nos quiere transmitir energía positiva y acariciar. Son un abrazo del más allá, y un ligero recordatorio de su amor.
Hace unos años lo percibí con tal intensidad en una esquina de mi casa, que me clavó en un asiento durante varios minutos. Enseguida cogí un libro que llevaba en la mano y al abrirlo una pista de esas que son indiscutibles me puso en el lugar adecuado, supe inmediatamente quien se había acercado del más allá para abrazarme.
Esta vez no lo tengo tan claro, no se si fué la misma persona, o fué otra esencia. Sea lo que sea, bienvenida, eres amigable, puesto que la rosa antigua es el símbolo del amor más grande.