SEMANA SANTA DE PASOS Y PROCESIONES

Me pasé la niñez de procesión en procesión durante semana santa, y también algún que otro VIA CRUCIS. Mi madre era mucho del caminar rezando, de las velas, el humo y los misterios.
Recuerdo en especial un Via Crucis enérgico en Lourdes - Francia, tantas década ya que ni siquiera puedo recordar un solo paso de mis ascensión por la montaña. Y los enfermos murmurando acompañados por sus familiares. Y agua bendita de Lourdes, de donde me traje dos botellines o tres, que ya ni siquiera se donde se quedaron encallados.
Recuerdo la sensación de misterio.
Recuerdo los rosarios saliendo de la radio cada mañana a las seis y media o siete de la madrugada, y el rezar despacito junto al viejo armatoste de mi madre, antes de poner el café en el fuego.
Y recuerdo el sonido de via crucis junto a mi cama, rezado por las calles, que te despierta el lúgubre amanecer del sábado.
Y un rosario de nacar que alguien me regaló...continuo rezando el rosario, antes cada día, ahora no llegara a la docena de enteros cada año, pero lo intento, pero me despisto. Cocino murmurando el rosario, parezco más vieja de lo que soy.
En el fondo tengo fé de niña chica, y el el fondo me siento fuerte cuando menciono el nombre de Dios, porque ante las dudas, su nombre me da mucha fé.
Creereis que estoy pasada de moda.
Soy bruja, peor lo soy por voluntad divina.
¿Herejía?, bueno, tantas hay que escuchar cada día en el mundo, que la mia es pequeñita. Y no es herejía, nadie es nada en este mundo, si no lo es por la voluntad divina. Hasta las brujas.