EL NOMBRE DE DOMINIC

Dominic es un nombre que actualmente llevamos tres personas de la familia, abuela, hija, e hija de hija, o sea, nieta.
Somos tres Dominics actualmente en la empresa y en la bodega - quizás entendais así de esta manera la insistencia de este nombre. Como la bodega es un ente familiar, más allá de lo mero social y notarial, las tres Dominics participan en ella.
Dominic se llamaba la bisabuela y la tatarabuela, y desde ahí, hacia donde se remontan los orígenes, en cada generación de la familia , ha habido una Dominic. A Miriam se lo pusieron en nombre compuesto : Miriam - Dominic, con guioncito en medio, así consta en sus documentos oficiales. Pero ella dice que tanto se llama Dominic, como Miriam, porque está orgullosa de ese nombre legado.
La más guapa de las Dominics, FUÉ SIN DUDA, la madre de la abuela, la abuela de la nieta, la bisabuela de la bisnieta. Enterrada desde hace años en un trocito de tierra burgalesa. Alta, más alta que sus numerosas hijas, siete u ocho, perdí la cuenta. (Don Felix, su esposo, era más bajito, y eso se notó en los niños). Ojos brillantes y claros, casi azules, pero no tan azules como los de su marido, piel clara, cabello muy oscuro brillante, ondulado y larguísimo, siempre le llegó , si mal no recuerdo, por la altura de la cintura. Siempre apretada la mata de cabello en un enorme moño, que la hacía más alta si cabe. Cuando se soltaba el moño ya canoso, tan reblanco, ese cabello tan largo, brillante y limpio como la nieve, todos nos quedábamos con la boca abierta.
Hermosa mujer, y muy elegante para su época. Casi no abría la boca, no gesticulaba, y siempre llevaba la cabeza muy tiesa, y los hombros bajos y relajados. Siempre vestida con buenos trajes sastres oscuros. Poco tacón, no le hacía falta, los que la recordamos no creemos que bajara del metro setenta. Eso en aquella época, para una mujer, era mucha altura.
Se llamaba como yo, y seguro que también está a mi lado cuando vendimiamos, o cuando trasvasamos, o cuando embotellamos.
Dicen que tenía mucho carácter, y que gracias a ella, su marido , a lo largo de la vida, consiguió un patrimonio y una posición importante. Eso es lo que solemos conseguir las Dominic, somos mujeres que sabemos romper moldes. Brujas, por supuesto, la familia de la tatarabuela venía de bosques irlandeses, corre la historia de boca en boca. Nadie sabe de donde viene esa historia. Podría ser, somos muy pecosos, en general, y de piel blanca. Y algunos con ojos verdosos.
¿Habrá muchas brujas en las montañas irlandesas?.