Continuo diciendo, una vez más, que aquellos restaurantes que tengan nuestros vinos en carta, no duden en enviarme esa información y sus enlaces , porque pondremos links en sitio preferencial a sus sitios webs, restaurantes o tiendas pequeñas. Nosotros encantados.
En épocas de crisis, como la actual, la auto-promoción es vital, y yo estaré encantada, desde nuetro humilde blog, de pasar información, poner fotos, hablar de las cartas, de la cocina, de todo aquello que me paseis, por email, por ejemplo, para que desde aquí podamos también hablar de vosotros, por supuesto.
Nuestro blog tiene un nada despreciable contador de visitas más abajo, y por lo que veo, alrededor de 3000 visitas mensuales, lo que no "es moco de pavo".
- Vinos artesanales
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colores espectaculares
color del otoño
1 comentario:
Estimada Clos Dominique:
Te saluda VINOMANUEL desde Lima Perú. Recibí con mucho agrado tu invitación a participar en esta interesante página, que abres a quienes gustamos del vino. Te deseo todos los existos del mundo en este emprendimiento.
Permíteme también decirte que me alegra mucho saber que contamos con una nueva bodega y que a no dudarlo producirá vinos de gran calidad, que en el corto plazo darán mucho que hablar.
Lo dicho anteriormente obedece a que eres una persona que ha vivido y se ha nutrido siempre dentro de ese maravilloso mundo del vino y solo a quienes tienen ese privilegio les corresponde el "QUID DIVÍNUM". Que te acompañe siempre esa inspiración para tu cometido. Y que a quienes gustamos del vino por lo que es y no por lo que parece ser o lo que se deba hacer. Siempre sepas darnos solo vinos de gran calidad. Así será mi respetada CLOS.
Ojalá te guste este "aperitivo"
EL AMANTE "VINO"
La hora era lo de menos me decía. Solo deseaba experimentar intensamente esa sensación mágica y a veces inefable que produce el encuentro con el ser amado. Sí, esa que nos hace ingresar en un mundo indefinido e ilimitado. Capaz de proveernos de una realidad carente de toda racionalidad. Aquella que subordina lo inteligible de nuestro ser y lo sume en un primitivo empirismo.
Así me sentía yo, el amante incompleto. El que insistía en ser consecuente con su desinterés. Pero al que el paso de las horas solo terminaba por instalar en su mente una serie de dudas y avivar un deseo creciente por el ser amado. ¿Qué estaba pasando? me preguntaba. ¿Dónde estará mi amada? ¿Habrá renunciado a su propósito? Todas estas interrogantes y muchas más agobiaban mi espíritu e instante a instante, iban convirtiéndose en el perfecto "caldo de cultivo" para la "proliferación de esa inicua bacteria de la angustia y el desánimo".
Pero de repente, toda tribulación terminó. Y cual terapia avanzada, mi angustia y mi desanimo habían sido curadas y daban paso a una sensación de salud plena, reflejada en una exultante alegría, en una inmanejable confusión y en un corazón que parecía salir de su encierro y dar por fin rienda suelta a su libertad. Allí parada frente a mí estaba mi amante. Ese complemento tan deseado. Ahora sí podía ver su rostro, perfilar su figura, percibir sus fragancias, juzgar sus trajes y aderezos y en fin todo lo que permitía de reflexión esa primera impresión.
En el departamento había acomodado dos confortables, uno frente al otro. No quería que nada se interpusiera entre los dos. Nada que rompiera la magia de una mutua contemplación. Había decidido que no hubiera ni cena, ni velas, ni bebidas. Nada de innecesarios prolegómenos me decía y aunque parezca egoísta de mi parte así lo había hecho.
Luego de un breve saludo le pedí que "pasara y tomara" asiento en el lugar para ella reservado. Me senté frente a ella y nos pusimos a conversar de cosas tan fútiles, como si ambos entendiéramos que la razón de nuestra presencia en ese furtivo lugar, no era otra que la de comunicarnos solo con el lenguaje de nuestros cuerpos. Cuando menos lo pensamos estábamos los dos desnudos. Por fin contemplando nuestros cuerpos y percibiendo nuestras verdaderas fragancias. Era ese momento mágico en el que no parecía interesarnos nada que estuviera fuera del espacio al que habían sido confinados nuestros cuerpos por el creador. Era vivir con intensidad inusitada una suerte de incomprensible e indefinible “cavileo”, que rápidamente pasaba a ser una maravillosa realidad. ¡Sí! la del encuentro carnal de dos seres que se aman. Por fin se había consumado lo que las limitaciones moralistas y los convencionalismos tantas veces habían postergado. Éramos ya los amantes plenos que ahora sí podían reconocerse y sentir sus cuerpos, percibir sus verdaderos olores y sabores y gozar plenamente de su amor. Era el comienzo de una nueva forma de ver la vida, cada vez más alejada de la fantasía y mucho más cercano a la realidad, esa en la que ya no valían las posturas afectadas, los falsos aromas o las falsas formas. Eran ahora solo sus sensaciones y sus propios cuerpos los únicos jueces encargados de valorar o censurar todo lo que antes pretendieron "encubrir" o "adornar" la imaginación y los ignaros comentarios. “AMANTES A PLENITUD”.
Como ellos así es el "amante vino". Cierto solo al momento de un encuentro pleno con él y tan incierto, distante y confuso cuando aun no lo has percibido y sentido a plenitud. Busca denodadamente un encuentro pleno con el "amante vino", no te pases la vida solo esperándolo o valorándolo solo por lo que tu crees percibir en el. Siéntelo no solo lo juzgues por sus signos exteriores. Conócelo bien, no te dejes seducir por trajes, olores u otros, que si bien necesarios, no son su esencia. Busca más allá de las formas el fondo. Despójalo de todo ropaje, aderezo o afeite accesorio y entrégate a él sin cortapisa alguna y hazlo en cualquier lugar y en cualquier momento. No sabes el placer sin par que solo te brindará la "desnudez de un vino"
VINOMANUEL
http://www.monografias.com/trabajos62/vinos/vinos.shtml
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