LA REBANADA DURA DE PAN (CUENTO DE NAVIDAD)

LO QUE OS VOY A CONTAR NO ES SOLO UN CUENTO...

es algo que me ha pasado a mi hoy mismo...y que me ha traido a la mente, un recuerdo muy vivido, otro incidente muy parecido que viví en la niñez, con mi madre. De hecho, siempre creemos que llegaremos a ser mejor que nuestros padres y eso no es cierto, o nunca lo es del todo, o nunca lo es un poco, o bueno...no me enrollo más...el cuento. (Y no es cuento, que es verdad).

Erase una señora rellenita y de mediana edad, de buen ver y mejor reir, porque reía mucho y por todo, tanto, que a veces su familia la hacía callar. También es cierto que tenía un poco - dicen que bastante, malas lenguas, lenguas viperinas- un poco de mal genio...absolutamente faallls.....no no, es navidad, hay que decir las verdades como puños, un poco de mal genio y quizás incluso un poco bastante en algunos momento.
Su familia le perdonaba el mal genio, porque de tanto en tanto también se mostraba tierna y solícita, y eso es parte de nuestra humanidad, a veces tiernos y a veces enfadados.
Lo que si era tacaña...dicen, pero no tacaña por deformación cultural o por educación, tacaña, porque sabía perfectamente el valor de cada cosa y de cada segundo en la vida. Tacaña hasta con la vida y el tiempo.
Bueno, presentada la señora, imaginárosla una mañana pre-navideña, tal como hoy, a punto de hecerse un enorme bocadillo de tortilla para desayunar, rellena de sardinas en escabeche...ya , se que suena raro, pero es que la señora tiene una boquita que pa qué!!!

Bueno, en casa de esta señora nunca se tira la comida, de hecho le da una rabia desesperante tirar nada, y mucho más la comida, el pan duro se aprovecha para los perritos de los vecinos, es decir, la señora va guardando el pan duro y se lo da a los vecinos con perritos para que lo añadan a la comida de los animales.

La señora esta mañana está despistada, saca la barra de pan y corta la rebanada más dura, incomible, del extremo de la barra. Y la tira a la basura - si - a la basura orgánica, pero a la basura...sin darse cuenta.
Se come su bocata de tortilla con sardinas en escabeche, y algo, alguna cosa, un pensamiento, le va dando vueltas por la cabeza. No sería extraño - piensa la protagonista de nuestro cuento - hay muchísimas cosas en su cabeza, y en especial en estas fechas: un posible viaje, las comidas de navidad, unas visitas a médicos, las notas de los niños, algunas facturas que está ordenando, el polvo de los muebles, una llamada telefónica...ufff tantas cosas en el día a día de esta mujer de 40 años, que vaya usted a saber qué demonios le está dando tantas vueltas en la cabeza!!!!...
pero NO, ella sabe que no es nada de eso, es algo que ha hecho mal...algo que nunca había hecho antes...YA ESTA!!!: ¿Por qué he tirado la rebanada de pan dura a la basura?.
Va a la cocina y recuerda que ya ha sacado la basura de orgánico y la ha bajado al garaje, corre desesperada hacia el garaje y SUERTE, la bolsa aún continua allá. La abre y encuentra, encima de todo la rebanada de pan, la saca y la guarda estremecida...

-Con una rebanada de pan dura y medio vaso de leche o agua con azucar, podría alimentar un niño hambriento, al menos un día, -seguro que le devolvería la sonrisa-.
Con una rebanada de pan dura- piensa la mujer de nuevo- mi padre, en peores épocas ,se hacía una sopa de pan con agua caliente y farigola- tomillo, y desayunaba, y se iba a trabajar.
Hay vagabundos - piensa de nuevo - que se pelean por un mendrugo de pan.

¿Y yo voy a tirar una rebanada de pan dura?----nunca en mi vida.

(Hace ya más de 30 años, la señora había sorprendido a su madre, rebuscando un trozo de barra dura que había tirado su hermano a la basura, su madre lo lavó, lo secó en el horno y lo entregó a una familia bastante modesta de un pueblo donde veraneaban, para los animales, les dijo, tened....mamá, le preguntó la mujer de nuestro cuento siendo niña a su madre : ¿Por qué has hecho eso, qué asco?, no hija - les respondió - lo que da asco es que los animales, los niños y las personas pasen hambre.)