ME HE QUEDADO DE PERGAMINO ARRUGADO

Pues si leyendo en un reportaje del mundo vino sobre la carne de buey de kobe, he ido a buscar algo más de información, y bueno, menos bistec, para todo lo demás, yo también quiero ser buey de Kobe.

Decía mi madre que un buey era un toro capado, o sea, un animal de trabajo, y una buena amiga de la escuela antigua está obsesionada con que se capen los animales para la carne, dice que la carne de tocino huele fatal cuando viene de un animal no capado.

En fin, parece ser que el buey en cuestión, el de Kobe, no es que sea de Kobe, si no que Kobe es el puerto donde embarca la carne para el resto del mundo. Ese buey es de varias regiones agrícolas de japón. Y es un buey "mimado", es el rey de los bueyes, pero no solo por el valor de su carne, algo así como 200 euros o dólares, ahora no recuerdo bien, el quilo, si no porque además, lo tratan a cuerpo de rey.
Es decir: lo bañan con sake, le dan friegas como a los niños, le hacen masajes para que no tenga contracturas y se le endurezcan las carnes, en verano lo atiboborran de cerveza para que emulsione con el alimento, y sobretodo lo hacen pasear, para que el nivel de grasas sea mínimo.

En fin, a mi los bistecs me gustan mucho, y debo reconocer que mucha de la carne que nos venden por mi zona no vale un piminiento. Yo disfruto cuando voy a Burgos, porque conocemos un carnicero que nos hacer ve las estrellas con sus bistecs.

Aquí no me atrevo a comprar carne de tocino o de ternera, porque a veces, y pagando un poco más, no está mal del todo. Pero a veces, la pones en la paella, y empieza a cocerse en un jugo que suelta, con extraños olores sospechosamente parecidos al olor a "pis".

Pues a ver si empiezan por aquí a fregarle la piel a las vacas con vino del Priorat, o con otros, no seamos elitistas, sería un buen uso, una buena salida para aquellas zonas o bodegas con líquido sobrante. En vez del buey de Kope, podríamos hacer el buey de...."X", alimentado con buen vino español y que en vez de sufrir el dolor de los masajes nipones, lo que nos distinguiría, es hacerles bailar por sevillanas y los dejamos que se mueven al compás de las palmas.

Seguro que un buen buey alimentado con pienso y vino, relajado, sin stress, y bailaor de sevillanas, o de jotas, o de sardanas, sería un bicho muy sabroso.